Dos semanas después de que Irma golpeara el Caribe, el Huracán María tocó tierra en Puerto Rico el miércoles.
María Sánchez Cruz perdió USD 4.000 en carne descompuesta cuando Irma interrumpió la electricidad que hacía funcionar su congelador. Y pudo haber sido peor.
"No gasté más porque venía Irma," dijo Sánchez-Cruz.
Sánchez-Cruz compra víveres los fines de semana y lo hace en base al clima, porque si llueve aunque sea un poco, se corta la energía eléctrica.
Ella es propietaria de un restaurante en San Lorenzo, a unos 15 minutos al sureste de Caguas en el este de Puerto Rico. Cuando Irma golpeó, el restaurante estuvo sin energía eléctrica por tres días.
"Ahora tenemos energía eléctrica, ¿pero hasta cuándo será?" dijo Sánchez-Cruz. "Aún no sé."
Sánchez-Cruz tiene estrechos nexos con Connecticut. Vivió en Hartford por 23 años y aún tiene familia allí, pero no considera abandonar la isla cuando hay una tormenta grande. No puede dejar el negocio atrás, aun cuando le preocupa que esta tormenta sea peor que la anterior.
"Se cayeron muchos árboles y todo," dijo Sánchez-Cruz. "Y yo estaba mirando a Irma, pero María será más fuerte."
The National Hurricane Center ha reportado vientos de 160 millas por hora, con un avance de la tormenta de 10 millas por hora hacia el noroeste.
Esta historia es parte de “The Island Next Door,” el proyecto de información de WNPR sobre Puerto Rico y Connecticut, después del Huracán María.